Español:
En el corazón de Santiago de Chile, el barrio Concha y Toro emprendió un proceso de construcción de marca para fortalecer su identidad sin imponer una imagen externa, sino resaltando su esencia auténtica. Como diseñadora a cargo y junto al equipo de Hey Diseño, abordamos este desafío desde un enfoque inclusivo, integrando a residentes, comercios y visitantes. La identidad se estructuró en tres pilares: la diversidad de sus habitantes, la fusión entre tradición e innovación, y la comunidad como eje central. El logotipo, inspirado en el trazado urbano y la arquitectura patrimonial, equilibra la herencia histórica con una mirada contemporánea.
Desafío del Proyecto:
El mayor reto al abordar este proyecto fue comprender que no diseñábamos para una marca comercial, sino para un lugar vivo, con historia, comunidad y tradiciones. Representar a un barrio tan cargado de significado implicaba ir más allá de un símbolo o logotipo; debíamos capturar su alma sin reducirlo a un solo edificio o punto de referencia.
La clave fue encontrar elementos comunes en su identidad urbana: calles con trazados orgánicos que evocan barrios europeos de principios del siglo XX y ventanas de medio punto que transmiten amplitud y valor patrimonial. Pero más allá de la arquitectura, nuestro mayor desafío fue reflejar a quienes dan vida al barrio: sus habitantes, comerciantes y visitantes. Lograr una identidad donde todas estas voces convergieran fue el verdadero logro del proyecto. La tipografía y paleta cromática refuerzan este equilibrio entre historia y modernidad, consolidando al barrio como un espacio diverso y en constante evolución.
English:
At the heart of Santiago, Chile, the Concha y Toro neighborhood embarked on a place-branding journey to strengthen its identity—not by imposing an external image, but by highlighting its authentic essence. As the lead designer and in collaboration with Hey Diseño, we approached this challenge with an inclusive strategy, engaging residents, businesses, and visitors. The identity was built on three pillars: the diversity of its people, the blend of tradition and innovation, and the community as the neighborhood’s core. The logo, inspired by its organic layout and architectural heritage, balances history with a contemporary vision.
Project Challenge:
The greatest challenge in this project was understanding that we weren’t designing for a commercial brand, but for a living place, filled with history, community, and traditions. Representing such a meaningful neighborhood required going beyond a simple symbol or logo; we had to capture its soul without reducing it to a single landmark.
The key was identifying shared elements in its urban identity: organically structured streets reminiscent of early 20th-century European districts and half-point arch windows that convey openness and historical value. But beyond architecture, our biggest challenge was representing those who bring the neighborhood to life—its residents, merchants, and visitors. Creating an identity where all these voices converged was the true achievement of the project. The typography and color palette reinforce this balance between history and modernity, positioning the neighborhood as a diverse and ever-evolving space.
